domingo, 30 de enero de 2011

Crónica de una noche.

Esta noche quise demostrarme que puedo relatar una historia, cualquier historia. Veamos qué resulta del invento...

Como en otras ocasiones, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Algo he aprendido con el tiempo, se que los momentos ociosos traen con ellos un elemento habitual: se prestan para añorar, para desear y para planificar cosas que tal vez mañana ya no pensamos hacer...


Aquella noche libre pude definirla con una palabra: Larga. A veces parece increíble que se pueda tener tanto tiempo por delante y tan pocas cosas que hacer, días como estos te recuerdan que después de las tormentas queda la calma. 

En mis días ocupados he encontrado distracciones para la mente. He tomado más trabajo del que puedo hacer, el resto del tiempo lo paso fuera de casa, procurándome cansancio. Se que si estoy agotado, sólo querré dormir y que aunque deseara dedicarle algo de mi tiempo, la falta de fuerzas me lo impediría. Entendí que tal vez por un tiempo, no podía permitirme tener un rato de ocio.

Pero esta era una noche diferente. En las últimas semanas fui tan eficiente ocupándome de todo que me creé un espacio de tiempo en blanco. No lo pretendía, simplemente sucedió. 

Como pude prever que ese momento de pausa llegaría, he querido hacer planes para borrar el ocio, pero, aunque busqué ideas por todas partes nada ocurrió. Por un momento pensé que podía dar un paseo, me detuve al sólo encontrar entre mis alternativas y destinos a gente y lugares en común. He intentado evitarlos: era mi primera noche libre desde que aquello sucedió y yo ya no quería recordar más. No quería recordarla más.

Ante la falta de planes decidí quedarme en casa, en parte bajo la idea de que de los sitios comunes, sería el menos común. Obvié voluntariamente que en mi habitación, regados en varios rincones, hay aún algunos objetos que no alcancé a entregarle de vuelta cuando se marchó, o que en mi ordenador aún tengo una inmensa cantidad de fotografías de días mejores. También obvié que en una pila de discos todavía conservo el original de aquel CD con una selección de canciones que identificaban nuestros momentos importantes. 

Hay tantas cosas que guardé por falta de voluntad para tirarlas a la basura o quizás por simples ganas de conservar documentado ese pasado que dio tanto de si. Son cosas que forman parte habitual de mi día a día y que por ser cotidianas, ya no duelen.

Mi plan improvisado para evitar recuerdos estaba listo, era hora de hacerlo correr.

Debajo de las cajas de las películas que entretendrían mi noche estaba un cuaderno viejo, tenía tanto tiempo sin verlo que inmediatamente llamó mi atención. Siempre que te encuentras algo que tiene parte de tu historia, te detendrás a mirarlo, la curiosidad es algo de lo que nadie se escapa. 

Dentro de las hojas del cuaderno había una hoja doblada, una hoja que reconocí inmediatamente. Era una carta. Todo lo que hice para no pensar acabó llevándome a hacer aquello que evité todo el tiempo. Llegué a un sitio donde no tuve más remedio que leer lo que su momento le salió del alma. Y no pude evitar los recuerdos, no pude evitar añorar aquellos tiempos, e incluso desear que volvieran. Con la mente en blanco leí varias veces más, analizando cada palabra.

Me di cuenta de lo fácil que es prometer cosas y de que con palabras todo es posible. Pensé incluso en mis promesas, y supe que a veces simplemente no es posible cumplir todo, siempre existirán las cosas que se escapan de nuestras manos.

No noté cuándo la noche dejó de ser noche, pero las películas se quedaron sin estrenar. Llegó el momento de dormir, pensando "mañana será otro día, tendré en qué ocuparme de nuevo y a pesar de eso, será un día mejor. A partir de mañana ahora sí que no la pienso, ya no la recuerdo. Desde mañana ella no existe". 

Lo cierto es que todavía ahora, en muchas noches me doy cuenta de que por mucho que quiera borrarla y evitar todo, existe. Y es que los planes de días como aquel pocas veces se cumplen.

Neo.

Pd. De verdad espero sus comentarios aquí o en facebook, twitter (vía @Ernesto_Leon), messenger, mensaje de texto, personalmente, como prefieran.

2 comentarios:

  1. mi vida me encanta, los planes de días como aquel pocas veces se cumplen. muy bueno

    ResponderEliminar
  2. Viditaaaa aun aprendiendo a escribir una historia,lindo todo * *

    ResponderEliminar

Siéntanse libres de dejar su opinión.