sábado, 29 de enero de 2011

Si realmente deseas algo, deseala un poco menos.

Si hay algo en esta vida a lo que deberíamos temerle es a nuestros deseos... Pueden volverse realidad.

¿Por que digo "temer?". Estoy tan corto de tamaño como de ideas. Espero ser lo mas claro posible...

Los deseos a menudo suelen ser algo irracionales. Muy pocas veces, o mejor dicho, nunca se desea algo con la razón. Cuando algo se desea es el corazón quien nos impulsa a cumplir ese deseo y en casi la mayoría de los casos emprendemos la búsqueda del mismo sin importar el costo de éste y aquel dicho que asegura que "el fin justifica los medios" no suele aplicar mucho para este caso, pero... ¿por qué?.

Lo irracional llega cuando comenzamos a sentir la necesidad deshacernos de todo eso que nos gusta, de todo aquello que inconscientemente nos hace sentir bien, de prescindir de cosas que estábamos acostumbradas a poseer o hacer, a veces comprometiendo nuestra esencia y dignidad con el simple propósito de cumplir ese deseo, pero nuestras expectativas son tan grandes que una vez que estamos allá y nos damos cuenta que las cosas no salieron como estaban planeadas dejamos de desearlo.

Otras veces el deseo se cumple, pero la mayoría de nosotros no sabemos que hacer después de concretarlo. Así somos, nos enfocamos tanto en desear algo que se nos olvida por completo la parte mas importante de todas: cómo conservarlo.

Es irónico, pero ni se imaginan cuantas cosas llegué a perder por desearlas demasiado.






2 comentarios:

  1. Disculpen lo corto, no hay muchas ideas pero si mucha necesidad de dejarles esto.

    Saludos.

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  2. Yo también llegue a perder cosas por desearlas demasiado :(

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