domingo, 16 de enero de 2011

Indiferencia.

"Lo contrario del amor no es el odio... es la indiferencia."

Yo no creo en la indiferencia como tal, mas sí que creo en la capacidad de fingirla. Y no creo que ésta sea lo contrario al amor, pero sí un gran castigo para los enamorados.

Paso a explicarme.

La indiferencia, a mi entender, sería esa percepción de que algo que fue parte de tu vida ya no significa nada, para bien o para mal. Implica que no queda un simple recuerdo, no pensar un solo segundo en eso que ahora "es indiferente", no vale ni siquiera recordar un nombre o emitir una comentario al respecto porque ya no sería algo indiferente: deja de serlo al tener conocimiento del tema y, sobre todo, tomar tiempo para opinar.

Decía que no creo en la indiferencia como tal porque pienso que una vez una situación introdujo un cambio en tu vida, ese cambio siempre deja algunas secuelas. Si hay situaciones tontas que dejan algo para recordar el resto de tu vida, ¿Cómo puedes borrar algo que llega a ser tan importante como esa persona de la que alguna vez te enamoraste?.

Y si aún existiera la posibilidad de olvidar, siempre queda el resto de los seres vivientes, lugares, olores, canciones... para refrescarte la memoria, para recordarte dónde estás.

Hay que tener claro que algo puede dejar de tener la relevancia que tuvo en un momento determinado, es obvio pensar en eso cuando vemos que somos capaces de superar y seguir adelante con nuestras vidas, pero no hay poder que haga que lo vivido se borre por completo.

También hablé de castigo para los enamorados, y sí hablo en plural es porque eso que llamamos indiferencia fastidia a quien la recibe, pero aún más a quien la da. Quien decide "olvidar" lo hace porque lo que ya no quiere recordar le hace daño.

Partiendo de la idea anterior, aceptamos que olvidar es tarea casi imposible. Entonces lo que sucede es que aplicamos lo que más se le parece; fingir que olvidamos. Hacerlo implica pensar constantemente, porque nos toca recordar a cada momento qué era lo que debíamos olvidar.

Entonces comienza nuestra actuación: armamos nuestro guión cuando pensamos en lo que no debemos decir o hacer, en lo que no debemos mirar o escuchar, hacemos lista de todo lo que no debemos tropezar para no traer recuerdos a la cabeza. Y sí, se que suena contradictorio, pero ya me dirán ustedes si no es la verdad.

Luego simulamos ante el mundo que todo está bien aunque llevemos un infierno por dentro. Eventualmente el mundo empieza a estar bien, pero no será gracias a nuestra brillante actuación, sino a que el tiempo terminó de hacer su trabajo.

Así que, amigos, en esta noche de Globos de oro se puede decir que al final de nuestras vidas todos en algún momento hemos sido actores, sólo que algunos son mejores que otros.

Neo.

3 comentarios:

  1. No tendríamos tampoco que comparar el olvido con la indiferencia. A ver, como humanos NO podemos ser indiferentes a cualquier cosa y como persona mucho menos a algo que en algún momento tuvo tanto valor para nosotros.

    Cuando olvidamos no somos indiferentes, es solo que temporalmente no recordamos el valor de lo olvidado (cualquiera que fuese). Pero sí, siempre habrá alguien que te hará el "favor" de recordartelo.

    Saludos Hermanito

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  2. Cabe destacar que agradecemos las valoraciones positivas pero también, pero si hacemos esto pa ustedes, y les gusta, nos gustaría que nos den su opinion.

    Y si no les gusta, con mas razón aun.

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  3. Jajajaja muy cierto hasta me pinte el pelo de negro xq a el le gustaban las mechas q tenia jejjeje.... EXCELENTE!!!! MARIA

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