martes, 31 de mayo de 2011

Saber lo que queremos.

Ya hace unos cuántos textos atrás, un par de meses ya hacen de aquello, mencioné esa sabia frase que dice que "no es lo mismo llamar al demonio que verlo llegar". Pedimos mil cosas al día, queremos para nosotros situaciones que igual no sabríamos cómo manejar. Llegado el momento, creemos querer cosas que al final no sabemos si de verdad queremos.

Vamos por la vida con la mentalidad de la mujer que va de compras al centro comercial, señoras, al leer, sabrán que tengo razón: llevamos una idea de lo que queremos comprar, pero al tiempo de caminar por las tiendas, cuando regresamos a casa encontramos en nuestras bolsas muchas cosas que no pensábamos llevar. En algunos casos llevamos absolutamente de todo... menos aquello que salimos a comprar.

Pasa en esas compras que a veces llevamos incluso la idea exacta del producto, con sus características y especificaciones. Pocas veces una compra podría ser tan clara y rápida. El resultado; terminamos llevando algo diferente, uno genérico por decirlo de alguna manera,  aunque cumpla con la misma función, satisface por un tiempo la necesidad que llevó a comprarlo, pero no es el producto que queríamos. La historia final del producto será terminar guardado en una gabeta, posiblemente reemplazado por el que buscábamos en primera instancia.


Cuando desechamos aquello que compramos y ya no nos sirvió, olvidamos qué fue lo que nos llevó a elegirlo en primera instancia. Pasado el tiempo, al repetirse situaciones, al ver ese producto en otras manos, llegamos a recordar por qué lo compramos. Terminaríamos buscándolo de nuevo, pero es muy probable que ya no esté en venta.

No hay una garantía de sea cual sea tu compra, no sabrás al momento si terminarás satisfecho a largo plazo. Todo se vence más temprano o más tarde, lo que te sirve en una situación igual y no te sirve para otras, sin embargo, en algunas estanterías quedan productos que te funcionarán para la mayoría las situaciones, todo se reduce a saberlos encontrar.

Solo queda decir que llevo 5 párrafos hablando de compras, como si yo fuera un experto en el tema, y lo que quería decir al principio tenía tan poquito que ver con eso... 


Neo.

Pd. De verdad espero sus comentarios aquí o en facebook, twitter (vía @Ernesto_Leon), messenger, mensaje de texto, personalmente, como prefieran.
Pd2. Sí, estoy oxidado, tengo tiempo sin ideas claras, así que me gustaría ver alguna recomendación sobre temas que les gustaría leer por acá.

11 comentarios:

  1. Eso es muy cierto lo que si pienso es que hay cosas que no se vencen son para toda la vida o al menos el resultado que te da te gusta te satisface y te hace feliz... ME ENCANTA Q ESTES ESCRIBIENDO OTRA VEZ PADRE :D

    ResponderEliminar
  2. Muy buenos días... soy otra de tus hijas olvidadas :D por así decirlo... tienes mucha razón y realmente he tenido ese sentimiento tan horrible de llegar a casa sin dinero con un montón de cosas q realmente no fui a comprar y al revisar bien mis bolsas no encontrar lo q realmente necesitaba... pienso q todo es causa de la manipulación comercial q sufren nuestros cerebros q a la hora de vernos delante los anaqueles queremos llevar todo lo q en algún momento vimos en televisión y simplemente lo tomamos sin necesidad alguna...
    ese es mi pensar ... saluditos neo.. besos espero estes muuy bien.. clodsana....

    ResponderEliminar
  3. Pasa en esas compras que a veces llevamos incluso la idea exacta del producto, con sus características y especificaciones. Pocas veces una compra podría ser tan clara y rápida. El resultado; terminamos llevando algo diferente, uno genérico por decirlo de alguna manera, aunque cumpla con la misma función, satisface por un tiempo la necesidad que llevó a comprarlo, pero no es el producto que queríamos. La historia final del producto será terminar guardado en una gabeta, posiblemente reemplazado por el que buscábamos en primera instancia.


    ¡ESTE TIPO ES LO MAXIMO!

    ResponderEliminar
  4. A ver... Por donde empiezo...

    Todo terminó, aunque no lo creas, resumiéndose a lo que dicen los dos primeros párrafos. Es sólo cuestión de ver la analogía en todo el texto con respecto a lo que vivimos día tras día. Y ya yo lo había mencionado antes.

    Siempre salimos con algo en mente para "comprar" algo que salimos con todas las ganas de conseguir, pero no todo sólo depende de nosotros. A la final traemos lo que nos hace más fácil y que en cierto grado satisfaga lo que necesitamos. En otras palabras, inconcientemente, conseguimos lo que necesitamos, sólo que no lo vemos.

    Terminaste diciendo, análogamente, algo que escribí aquí mismo hace unos meses, y es que la vida no nos da lo que queremos sino lo que necesitamos.

    P.D. No he visto ni un puto comentario tuyo en mis entradas XD

    ResponderEliminar
  5. Yo soy así marico, por no comentar casi que ni comento las mías xD

    ResponderEliminar
  6. Yo voy a Octar por no escribir acsolutamente nada ya :(

    ResponderEliminar
  7. ¿Por qué hijo? No se me desanime, el secreto para que te lean es... ser ladilla, sólo eso :p

    ResponderEliminar
  8. Felicidades.

    Sandy Torres.

    ResponderEliminar
  9. Ahí te deje mi comentario en Messenger.

    C
    h
    u
    p
    a
    l
    a

    ResponderEliminar
  10. mmm... Puedo diferir de muchas opiniones! Pero si puedo decir o mas bien acotar que no importa lo que compremos o lo que dejemos de comprar, lo que realmente importa es que lo que decidamos para nuestras vidas sean cosas que realmente nos hagan felices y con las que de verdad nos sintamos identificados... Y que con el pasar del tiempo esas pequeñas o grandes cosas ya no sean lo que en un principio fueron "una cosa" sino que se conviertan en algo nuestro porque le damos esa esencia ese toque de nuestra personalidad, y ya eso lo hará diferente del resto aun y cuando parezcan ser identicas...

    Yo en lo personal tampoco soy experta en compras, pero en el mercado de la vida siempre trato de elegir lo mejor!!! o por lo menos lo que a mi criterio sea lo mejor, lo que me hará realmente feliz sin perder nunca una conviccion y una personalidad que nos diferencia del resto del mundo!!! de eso se trata o no?????? =)

    Muy bueno tu texto Ernesto!!

    ResponderEliminar
  11. Comiquísimo que hayas sido tu mismo quien expresara el camino que tomó tu escrito... :P

    Creo que, particularmente, lo importante es aprovechar las cualidades de los productos que compramos, hayan sido o no aquellos que inicialmente deseábamos. De alguna forma llegó a nuestras manos.

    Así, verlo en manos distintas, nos hará recordar lo mucho que disfrutamos haber tenido esos artículos, pero que, seguramente, ya no satisfacía ninguna de nuestras necesidades.

    Sí, son confusas, extensas y extenuas, pero comprar siempre tiene buenos resultados, considerándolo una inversión! ;)

    Elegir lo mejor... Mirar en el pasto de la vaca vecina la grama que deseamos... Insisto, disfrutar de lo que tenemos. Si ya no resulta, desecharlo, DESECHARLO pq no sirvió, y mejorar en adquisión.

    El mercadeo es así.

    Tu hija! Te Quiero!

    ResponderEliminar

Siéntanse libres de dejar su opinión.